9.-Mi pequeñin carrnet de conducir
Por fin me ha llegado mi
nuevo y pequeñín carnet de conducir: ¡Esto sí que es avance! Una maravilla de
los tiempos modernos, pasar de la sábana rosa al carnet tamaño visa. ¡Ideal para
mi cartera-tarjetera tamaño extra-maruja!
No sé cómo me las apaño que compró cada vez la cartera más grande y me caben menos las cosas…
Claro, ahora como te dan tarjetas descuento hasta para ir al baño. Tengo la del alcampo, promod, benethon, sprinfield, amichi, decatlón, toys’us… Y cuidadito de no llevarlas encima, que cuando descubro que me sobran 5 minutos, voy corriendo a comprar algo que necesito, me da una rabia horrorosa no llevar la dichosa tarjeta y perderme los puntos.
No sé cómo me las apaño que compró cada vez la cartera más grande y me caben menos las cosas…
Claro, ahora como te dan tarjetas descuento hasta para ir al baño. Tengo la del alcampo, promod, benethon, sprinfield, amichi, decatlón, toys’us… Y cuidadito de no llevarlas encima, que cuando descubro que me sobran 5 minutos, voy corriendo a comprar algo que necesito, me da una rabia horrorosa no llevar la dichosa tarjeta y perderme los puntos.
También llevo encima las del médico, dentista, club deportivo, piscina, biblioteca… porque sé como empiezo el día, pero nunca sé donde lo acabo, y hay que estar preparada para todo. Esto de donde termino va surgiendo sobre la marcha: Podemos acabar en urgencias o en la piscina aprovechando una hora en blanco, o de compras, o haciendo los deberes en la biblioteca. ¡Es una aventura! En fin, que al final mi cartera es un ladrillo, pero un pelín más ligerita gracias a mi maravilloso nuevo carnet de conducir.
Pero qué foto, ¡¡por Dios!! Si parece que tengo ochenta años, lo menos y que me he escapado de la cárcel. Y eso que me peine, me pinte, me puse maquillaje y me preparé muy bien para la ocasión. Pero nada, cada vez que lo recuerdo;¡que tarde más ridícula!
Me fui a un sitio donde te gestionaban la renovación del carnet, incluía foto y psicotécnico. Vaya momentazo. El señor del psicotécnico no paraba de hacerme fotos, y cada cual peor.
- no soy nada fotogénica, ¿sabe?
yo no paraba de decirle a cada foto que me enseñaba con cara de pena:
- uy, que horror ¿podrías hacerme una más?
- Es que no me veo…
-Ay, no parezco yo, ¿no le parece?
-Uff, he salido mal ¿una más?
Vamos, hasta que el señor este se harto de mi, y al final me tuve que quedar con la que me parecía a mi abuela.
No creo que me reconozca la guardia civil si me paran. ¿Multan por eso? A ver si van a pensar que les quiero engañar.
- Pero miré usted, guardia, es que soy más guapa al natural…
Y luego el test psicotécnico: No me parece nada, nada justo. ¡Eso lo aprueba con buena nota mi hijo Iván que está todo el día enchufado a las maquinitas! Pero yo, que vergüenza. Siempre se me han dado muy mal los videojuegos. Me dice el señor de antes que tengo que coger un mando con cada mano y que debo conducir una pelotita en dos carreteras a la vez. Cada vez que falle suena PIIIIIIIIIII.
A la de una, dos y tres: PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.
- joder, vaya mierda. Pues si que empiezo bien. Esto es cogerle el tino
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- Joder, pero es que esta pelotita se mueve mucho. Esto está mal, la PXXX pelota hace lo que le da la gana…
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- mierda, mierda, pero si esto lo pasan los viejos, hombre seguro que le pillo el tranqillo)
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- Me cago en …, ¡¡que no se lo pillo!!
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- Ay, ay, ay, a ver si suspendo …
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- Jejeje, esto se avisa y me paso la noche jugando con la DS
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
-la madre que parió a la máquina infernal esta y a la mierda prueba del psicotécnico!!!).
"FIN DE LA PRUEBA"
Miro al señor del psicotécnico de reojo y le digo "Jejeje, ¿Lo he hecho muy mal?" Y el señor tan sieso e inmutable, sin darme una sola esperanza que consuele mi vergüenza...
En fin que lo pasé, pero con la autoestima por los suelos, y me fui de allí con el rabo entre las piernas y una mierda de foto para mi súper nuevo y pequeñín carnet de conducir.
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