Fagmento del libro "Todavía no quiero recordar"
PRÓLOGO La claridad se filtra por mis ojos cerrados mientras mis oídos solo escuchan un susurro lejano, está presente, me hace compañía, pero no me molesta, me agrada. Me invade un olor intenso a gasolina; a mí siempre me gustó como huele, así que me complace mucho. Siento mi cuerpo ingrávido, relajado, abandonado, insensible. Soy mecida despacio por una fuerza invisible, delicada, suave, muy plácida. Con tanta paz, mi cerebro no recuerda ninguna de sus preocupaciones e inquietudes, están anuladas, muy lejanas, perdidas en algún limbo olvidado. No quiero ni puedo recordar nada. Estoy realmente en la gloria. Abro levemente los ojos y vislumbro un cielo azul brillante intenso. Los cierro rápidamente: en realidad no quiero despertar. Sin duda estoy en el paraíso, pienso, mientras me abandono al vacío para sentir nuevamente solo la levedad de mi ser meciéndose sobre un ente viscoso. En una condición semiinconsciente decido que este es el modo perfecto de pasar la vida, no quiero