56.- Ojalá tuviera el dinero
De nuevo después de 29 años he visto por la tele el autobús de la guardia civil destrozado en la plaza de la República Dominicana, y después de 25 años me ha dado un vuelco al corazón. Me ha pillado por sorpresa la brutalidad del recuerdo y de forma inesperada he revivido cómo me sentí cuando lo vi por primera vez a mis 11 años. Recuerdo como de niña me impactaron esos hierros retorcidos que salían en la tele de lo que quedaba del autobús, y el saber que allí había ido personas sentadas. Sin buscarlo, ni quererlo, me ha invadido como me sentía cuando era una niña que vivía en una colonia militar y lloraba todas las noches al dormirme porque pensaba que me pondrían una bomba bajo mi cama y todo saltaría por los aires. Yo era una niña que no le tenía miedo a los monstruos porque le tenía miedo a ETA. A esa ETA encapuchada con una serpiente mortal y venenosa que hacía volar las casa cuarteles llenas de niños. En una fracción de segundo he vuelto a revivir mi desesperación cuando volví