32.- Me duele todo
Eso de querer ser cuarentañero es muy, pero que muy cansado. Porque aunque mi mente es cuarentañera mi cuerpo es un cuarentón. Es una pena, pero me temo que es la pura verdad. Lo he dejado tan de lado que el pobre se me ha oxidado y envejecido. Espero que aun haya remedio, pero de verdad estoy preocupada porque le veo algoecho polvo. Esta semana, en un esfuerzo de ser activos y aprovechar la vida, sentirnos jóvenes y no dejarnos influir por los años, nos hemos animado a ir a los premios de los Cuarenta Principales. Un sarao lleno de niñas histéricas, que caían como moscas de la emoción, locas por ver a ese nuevo grupo de moda, que llevan los pelos peinados para abajo y cantan así como un poco en falsete. También había muchos en plan guapo y moderno con camisas y vestidos de brillos, estilos modernos, y chorradas molonas varias. Nada parecido a mi look, que de nuevo iba en plan leñador. No sé cómo me las apaño que en los últimos conciertos a los que voy, donde todo el mudo va g