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Mostrando entradas de 2013

57.- La familia

-Mama, que riquísimo el cocido. Jo, no sé como lo hace pero le queda muchísimo más bueno que el que yo hago. Y eso que ella ya no le echa nada que engorde ni que de colesterol. Ni chorizo, ni morcilla, ni tocino, ni na de na. Verduritas y pollo. Eso sí, pollo, ric, rico del pueblo. -¿Cómo logras que el caldito sea tan espesito y blanquito? Qué pena que conmigo se pierda el buen guisar de las mujeres de mi familia. Mi abuela también cocinaba de maravilla. Me acuerdo de sus tortillas, su arrocito y los calamares rellenos, mi comida preferida que me preparaba los domingos cuando la visitábamos.La recuerdo en la cocina con su mandil, pochando cebolla a fuego lento o quemando los pelos de la gallina. Yo en la vida he hecho calamares. No me veo en tal embolao. Si dar la vuelta a la tortilla me da pavor, y el arroz solo se hacerlo blanco. Una vez intenté hacerlo con pollo y costillas y sentí lastima de mi familia, porque estaba completamente insulso y echo un pegote. Los pobres no me q

56.- Ojalá tuviera el dinero

De nuevo después de 29 años he visto por la tele el autobús de la guardia civil destrozado en la plaza de la República Dominicana, y después de 25 años me ha dado un vuelco al corazón. Me ha pillado por sorpresa la brutalidad del recuerdo y de forma inesperada he revivido cómo me sentí cuando lo vi por primera vez a mis 11 años. Recuerdo como de niña me impactaron esos hierros retorcidos que salían en la tele de lo que quedaba del autobús, y el saber que allí había ido personas sentadas. Sin buscarlo, ni quererlo, me ha invadido como me sentía cuando era una niña que vivía en una colonia militar y lloraba todas las noches al dormirme porque pensaba que me pondrían una bomba bajo mi cama y todo saltaría por los aires. Yo era una niña que no le tenía miedo a los monstruos porque le tenía miedo a ETA. A esa ETA encapuchada con una serpiente mortal y venenosa que hacía volar las casa cuarteles llenas de niños. En una fracción de segundo he vuelto a revivir mi desesperación cuando volví

55.-Fiesta Ochentera

¡Qué ilusión! ¡Estoy súper emocionada! Por fin, tras muchísimo tiempo alguien nos invita a una fiesta que mola. Una súper fiesta de los años ochenta. ¡En un ático! Rock y alcohol viendo las estrellas… Bueno, bueno, en realidad rock... en los ochenta había mucho pop, y muchos que cantaban en falsete. Una fiesta con gente más joven que nosotros, más moderna, más guapa, más enrollada, más de todo… Vamos, como debimos ser nosotros hace muuucho, muuuucho tiempo, cuando nos relacionábamos, salíamos todas las semanas, teníamos amigos que no eran padres de otros niños y hablábamos de cosas distintas a los deberes del cole. Antes de que llegaran los cumpleaños infantiles, los parques de bolas, las horas muertas en los columpios y esperando a que terminen las puñeteras extraescolares. Antes… En aquellos tiempos en los que aún no era la "madre de", cuando era sólo Susana… Para esta fiesta mis cuñados que molan un montón se han acordado de nosotros. ¡Es la caña! Y nos han invitado a

53.- Quiero ser como las Femen y enseñar las tetas con una corona de flores

7:00. “El ministro de Hacienda , Cristóbal Montoro , mantiene que en España "los salarios no están bajando. Él considera que lo que está produciéndose es una "moderación de las subidas". Así lo ha manifestado ante el pleno del Congreso ante la atónita mirada de los diputados de la oposición y en respuesta a la pregunta que le ha dirigido el líder de Izquierda Unida, Cayo Lara ” -Joder…   ¡Que cabrón!. Así que cobrar un 7% menos es moderando. ¡Claro! Seguro que su salario continúa tan alto como siempre. – Pienso mientras abro los ojos cabreada y me despejo del maravilloso sueño   que tenía hasta que me despertó el jodido Montoro. -Debería poner música en lugar de noticias, pero me perdería el estado del tráfico. – Pienso para mí mientras me arrastro por el pasillo a por mí café reanimador. -Lo triste es que estos señores ya pueden decir misa que yo ya no me creo nada – Medito mientras me lavo la cara y los dientes. – Por ejemplo ya nadie se cree eso de que estamo

53.-Gracias doctora

Doce y media, y estoy flipando mientras escucho la conversación por teléfono de la doctora de cabecera. He estado esperando una hora y media a ser atendida, pero no puedo negar que he estado muy entretenida. Lo de ir al médico es como viajar por el mundo; he compartido sala de espera con algunos abuelillos, pero sobre todo con todo tipo de señores de todas las nacionalidades del mundo: Los hay asiaticos, africanos, sudamericanos... Me calló muy bien la negrita que se sentó a mi lado porque no paro de explicarme cómo funciona esto de los médicos de cabecera; qué doctor atiende rápido, cuál se eterniza, quién pasa de los pacientes y cuál se preocupa mucho, aportándome información muy valiosa que le agradecí profundamente. El chino de enfrente bromeaba con la mujer. Me parecían muy buena pareja. Y el de mi derecha estaba callado y   con cara de malas pulgas. A este, ummm, yo diría que era ecuatoriano, no le ha hecho mucha gracia esperar tanto tiempo. Pero entonces entró en la sala

52.- vuelta al cole

Diez de la noche, creo que lo tengo todo listo y bajo control. A ver...,  repasemos las cosas por si me dejo alguna: ¿Uniformes comprados, lavados y planchados? Listo ¿Zapatos localizados? Listo ¿Mochilas con libros etiquetados y forrado? Listos ¿Cereales, leche y colacao comprados preparados para desayunos? Listos ¿Tentempié del cole preparado? Listo ¿Deposito del coche lleno (no sea que luego haya atasco,  me quede sin gasolina y me de un ataque)? Listo ¿Mi ropa limpita y planchadita? Listo Bueno, parece que controlo la situación. ¡Que maquina soy! Tengo preparado todo lo que necesitamos para empezar mañana el cole. Aunque solo me queda un pequeño detalle: ¡Conseguir que estos malditos niños se duerman de una vez!. -Mamaaaa, no me puedo dormir. Es que tengo así como miedo, pero no es miedo... No sé qué es -Mamaaaa, yo tampoco logro dormir.¡Jooo! ¿Por qué tenemos que comenzar el cole? ¡Yo no quiero ir! -Bueno..., la vida es así..., todo el mundo tiene que empezar el cole

51.- Me siento como una Diva

Hoy me siento una diva. Me he comprado unos zapatos completamente espectaculares que me vuelven loca. Son maravillosos; De ante negro, con tiras cruzadas, agarrados al tobillo y lo más importante, con una plataforma de vértigo. Cuando me los he puesto me he sentido una verdadera diva de Hollywood de los años ochenta. ¡Me siento como Diana Ross! Estos zapaos son mágicos, con ellos puestos me veo una mujer atractiva, vital, alegre, segura y sobre todo como diría mi abuela, con mucho estilo. Y que no se me olvide con estos zapatos soy una señora altísima… Los saco de la caja con adoración y me pongo un vestido largo de palabra de honor. Me pinto la raya, me plancho el pelo y me miro al espejo encantada. Suena en la radio Grenade de Bruno Mars. Es mi momento. Soy una diva, siento la música... Soy una diva, doy una vuelta..., soy una diva, doy otra vuelta... ¡Soy una diva! ¡vuelta!¡vuelta!¡vuelta! ¡Aggg! ¡Fin de la fantasía! ¡Se me torció el jodido tobillo!. ¡Qué triste estoy! A las divas

50.- Una de huevos

¡Qué gustazo! Pienso mientras a bro la ventana y entra un torrente de aire a mi casa cerrando puertas y ventanas a portazos. Me asomo por la ventana para escuchar mejor los truenos y ver los rayos iluminar todo el cielo. ¡Bendito nubarrón! Este huracán me despeina y me pone toda la piel de gallina.   ¡Qué alegría! ¡Han bajado las jodidas temperaturas! ¡Por fin llega el otoño! El otoño, mi estación preferida, que llega para salvarme de la agonía del verano, de los calores insoportables a las tres de la tarde cuando salgo del curro, de las noches sin dormir dando vueltas en las sábanas pegajosas, de los madrugones horribles tras noches interminables con los niños inagotables. Bueno, he de reconocer que algo que me encanta del verano son esas mismas noches porque casi siempre van acompañadas por buena compañía y algún que otro mojito. Por donde iba... Ah, si... Por fin llega el otoño para poner orden en mi vida, meter a mi familia en la rutina y terminar con los excesos que nos ten

49.- noche de calor

Abro la ventana en par en par, subo la persiana al máximo, echo la cortina a un lado, pero ni así   corre   una gota de aire. Consulto mi móvil:   00:23, 36ºC, 0%humedad, viento 0Km/h, parcialmente nublado. Pues yo no veo ninguna nube en esta noche sofocante. Solo siento un calor sofocante que me quema la garganta al respirar, siento el quemazón seco e intenso en mi piel de la noche madrileña de Agosto. Con tanto calor, no logro dormir, he dado mil vueltas en la cama y me arde el cuerpo. Me vienen las preocupaciones a la mente y se me hacen un mundo. Por la noche siempre los problemas son más grandes, más horribles e insalvables. Luego llega el día y con la luz del sol descubres que no era para tanto aquello que no te ha dejado pegar ojo. De noche, con el corazón cansado, la incertidumbre en el trabajo se hace insufrible. Decido apartarlo de mis pensamientos, mañana será otro día...   Yo siempre me duermo a los cinco minutos de meterme en la cama y de un tirón. Soy la envidia de t

48.- Casamos al niño

Bueno, parece que ya hemos casado al niño… ¡Quién lo iba a decir!   El chiquitín de la familia ya casado, claro que el chiquitín ya tiene treinta y tantos, pero para nosotros continúa siendo el pequeñín de la familia. El soltero de oro, el crack de las pistas de baile, con ese movimiento de cuerpo inimitable que atrae todas las atenciones, sobre todo el de las féminas. El más amigo de sus amigos, el más simpático de todos, el alma de las fiestas. Mi cuñado ha sido cazado, el partido perfecto por simpático, trabajador y buena persona, pero sobre todo por tener un corazón enorme. Cuando conocí a la actual señora de Gutiérrez, como buena cuñada que soy y atendiendo a mi instinto de protección del benjamín de la familia, la analice desde la distancia de arriba abajo. “Ummmmmm…. , a ver cómo es esta que quiere cazar al niño”, me dije concentrando mi atención exclusivamente en ella.   Y también por mi condición de mujer, desde las sombras me pase la noche anotando mentalmente las cua