65- Reunión sorpresa
-Venga chicos, reunión urgente.- Nos
dice mi jefe.
-¿Y eso?- Pregunto sorprendida.
-Nos ha convocado el gerente para que le
contemos en qué trabajamos.
-Vaya, todo un detalle que se interese
por nosotros.- Respondo.
-Ya va siendo hora...-Dice mi compi.
-¿No os parece sospechoso? Yo lo veo
blanco y en botella. - Nos aclara mi jefe- Quiere saber qué hacemos para
descubrir quién puede sobrar.
-¡Ala!¿En serio?- Me estoy empezando a
preocupar. Es posible que estén pensando en realmente hacemos faltan o no. Que
mal, pero no me sorprende. No somos ni los primeros ni los últimos que se
quitan del medio por el beneficio de la empresa.
-Pues es verdad, llevamos dos años
trabajando para él y nunca se ha preocupado en saber que hacemos. - Le da la
razón mi compi.
-Pero no os preocupéis. Esto lo vamos a
luchar, sois mi equipo y nos vamos a preparar perfectamente, como si de
un proyecto se tratará. No nos van a pillar desprevenidos. Sois mi gente y no
voy a rendirme tan fácilmente.
-Pero... ¿Cómo?- Joooo, me está
entrando el pánico.
-Pues tenemos que demostrarles que
somos imprescindibles. A ver... Pensar... Que hacéis que sea muy difícil, que
sea necesario tener vuestro nivel técnico y nadie más que vosotros lo
pueda llevar a cabo.
-Pues... no sé... Yo reviso las
aplicaciones y me paso todo el día resolviendo problemas y barriendo guarrerías
varias que no funcionan como deben. -Vaya, eso no me parece ni muy importante
ni muy imprescindible...
-A ver..., eso así no se lo puedes
decir. ¡No seas burra! Hay que contar que hacemos soporte proactivo,
resolución de problemas especializados y técnicos, mantenimiento del sistema...
Cosas así que suenen muy profesionales.
-Bueno, sí, eso, eso. Muy
requete-especializado y muy técnico. Así queda mucho mejor.
-Pues yo me paso todo el día venga a
hacer consultas al inventario, generando miles de gráficas de colores,
tablas dinámicas de datos, cuadros de control, informes de todo tipo,
comparativa de datos, listados, tendencias ...
-Venga, pues eso lo llamamos
informes de operatividad, prestaciones, rendimiento y evolución del
negocio.
-Vaya, eres una máquina, que palabras
tan bonitas.
-y yo me paso el tiempo aguantando a
clientes pelmazos que no saben lo que hacen, la lían parda y luego tenemos que
arreglarles las cosas... Me llaman y me dicen "Dorita, no hemos roto
nada". Yaaa, ni que las cosas se jorobasen solitas, vamos, que ya somos
mayorcitos para decir mentiras. Y tengo que estar escuchando sus quejas horas y
horas. Y luego tengo también esas audios donde todo el mundo opina, nadie sabe
de qué hablan pero les encanta escucharse, pero eso sí al final se ponen de
acuerdo de que todo está mal, todo lo critican, todo lo quieren para ya, todo
se hace fácilmente, pero todo sin gastar un duro.
-Vale, eso se llama servicio al
cliente, soporte y asesoría. Además de búsqueda de nuevas necesidades y
negocio.
-Anda, hombre. ¡Pues qué cosas más
interesantes hago! ¡Y yo sin saberlo!
-También nos enteramos de lo que hay
que hacer nuevo, buscamos soluciones, se lo contamos a los proveedores, y
finalmente comprobamos que se ha hecho lo pedido. Eso es especificación,
planificación e implantación de proyectos. ¿No?
-Muy bien, ¡perfecto! Pues
ya tenemos unas cuantas cositas interesantes que decir.
-Ay, espera, ¿Puedes repetir desde el
principio? ¡Es que no he tomado apuntes de esas frases tan profesionales y se
me van a olvidar!
Entonces llega el jefe de mi jefe, y
como tenemos confianza hacemos corrillo para sonsacarle:
-No os preocupéis. Vosotros contar lo
que hacéis que es muy importante para la empresa.
-Pero, ¿están mal las cosas?¿Qué
rumores hay?¿Van a echar más gente?
-Pues a mí no me han dicho nada. Lo
siento chicos, no sé nada y en realidad no depende de mí. Si yo pudiera hacer
algo lo haría, porque sois un buenísimo equipo. De todos modos vosotros
contar todo el trabajo que hacéis que ya va siendo hora de que se enteren.
Tenéis que contar las cosas tan difíciles y necesarias que hacéis todos los
días.
Yaaaaaaa, hay que convencer a algún
tipo importante de que nuestro trabajo vale para algo. Bueno, parece que al
menos nuestros jefes nos tienen en gran estima y consideran que hacemos un gran
trabajo. Pero qué mala espina da esto, ninguno está en una posición de
decidir nada, ni sabe nada, ni nos pueden contar nada de nada. Así que seguimos
igual, en la incertidumbre total.
Por fin nos reunimos con el gerente,
parecemos ovejas hacia el matadero. Y aunque tenemos nuestras chuletas hechas
para que suene muy bonito las labores que hacemos cada día, nuestro jefe no nos
deja hablar. Nos defiende a capa y espada. Y a mí se me escapa un "Olé,
olé y olé".
Lo sorprendente es que nuestro director
no quería saber lo que hacemos sino que nos dice lo que tenemos que hacer para
ser completamente imprescindibles para la empresa. Flipo, ¿en serio?. Nos
cuenta que están mal las cosas, que el presupuesto este año es muy ajustado y
que él sabe lo valiosos que somos, aprecia nuestro conocimiento, nuestro buen
hacer, y que quiere conservarnos, somos su equipo... pero por supuesto no
depende de él. Pero eso sí, va a luchar por nosotros. Vaya..., ¡increíble! Este
también.
En fin, aunque seguimos sin saber nada
y parece que no depende de nadie que conservemos nuestros puestos de trabajo,
al menos yo me siento valorada, y aunque es una gilipollez eso me hace feliz, y
es como sentir una palmadita en la espalda. ¿A quién no le gusta tener cierto
reconocimiento? Aunque te vayan a echar... Así que como soy una persona
tan simple me voy más contenta que unas castañuelas para casa.
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